martes, 22 de abril de 2008

Prologo de "Una historia sin Nombre"

Prologo.

Era una noche oscura (Será por algún motivo en especial que todas mis aventuras comienzan así?), cuando me desperté desorientado en una basta pradera, que estaba haciendo en ese lugar inhóspito, solo? Me dolía la cabeza y estaba desnudo, que ocurría? No recordaba absolutamente nada, ni quien era.

Debajo mió un extraño dibujo había dibujado, una extraña de 5 puntas.
Viaje solo por mucho tiempo tratando de descubrir algo acerca de mi pasado, una noche de luna llena experimente por primera vez la lujuria y euforia mas extrema conocida, me convertí por primera vez en lobo, una mezcla de dolor y placer inundo mi cuerpo y experimente una transmutación increíble. 

Al amanecer, me desperté con las manos ensangrentadas y cuerpos mutilados a mi alrededor, pero no estaba horrorizado por el paisaje a mi alrededor, todo lo contrario, estaba eufórico por lo que veía. Mientras yacía allí, extasiado, escuche un murmullo entre los cuerpos sin vida, había un sobreviviente, un anciano.

- Ven a mi, o aberración –Dijo escupiendo sangre.

Me acerque el, poseía extraños tatuajes por todo el cuerpo.

- ¡Parece ser que nuestro experimento ha funcionado!
- De que hablas anciano – No había empezado a hablar y ya me estaba haciendo enfurecer.
- Nuestro experimento ha funcionado bien por lo que parece.
- Que experimento, maldito anciano. ¿Quien eres?
- Soy un Mago Arcano, mis camaradas y yo realizamos un experimento contigo.
- De que clase, habla mago o ¿acaso no entiendes que tu fin esta cerca?
- Te mejoramos maldito lobo, te hicimos el arma perfecta. No tienes debilidades y tus atributos naturales han sido aumentados.
- ¿Y porque harían eso ustedes? ¿Que lograrían? ¿Que ha pasado con mi memoria?
- Fue lo primero que hicimos borrártela por completo, luego del experimento insertaríamos recuerdos para que seas leal a nosotros.
- ¡Te maldigo anciano! ¿Dónde están tus compañeros? Así les pago el favor como lo he hecho contigo
- Partieron, fuimos interrumpidos antes de terminar nuestro trabajo.
- Entonces pronto te acompañaran – Y diciendo esto enterré mi garra en su pecho y le arranque el corazón.

Camine buscando entre los cuerpos algunos ropajes que me sirvieran, luego de eso, prepare un morral para mi viaje. Luego apile los cuerpos sin vida de mis victimas, incendie todo estructuras y cuerpos, no quería dejar rastros de mi “estadía” en este lugar. Luego fui al sitio donde me desperté, plasme en papel lo que en el piso fue dibujado, luego borre todo rastro de aquello.

Me dirigí hacia el sur, algo me decía que allí encontraría algunas otras pistas de quien era yo. El tatuaje de un dragón en mi pierna derecha y lo que parecía ser la cicratiz de una garra en mi brazo izquierdo, la cual parecía más una marca echa adrede que una herida de batalla.

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